Él recibe una llamada de su amigo Iván. Desconozco qué le dice, pero se levanta corriendo, se prepara una bolsa de viaje (la bolsa naranja que uso yo siempre para ir al gimnasio), y me dice "me voy a Madrid". Le pregunto, ¿por qué?, ¿hasta cuándo?, y su respuesta es: "me tengo que ir porque debo hacerlo". Abre la puerta de casa, y mientras desaparece me dice "me voy a vivir a Madrid". Le llamo al cabo de unas horas y realmente está en Madrid. No quiere darme explicaciones. Parece que se va a quedar allí, y no piensa darme ninguna razón.
Me entra tanto pánico que me despierto.
Me entra tanto pánico que me despierto.
1 comentario:
Vaya, justamente lo que yo hice. aunque no tan precipitadamente. hay tanta gente que huye a Madrid...
Publicar un comentario